El siguiente, es un lúcido e ilustrativo análisis de los condicionantes que trajo aparejado el aislamiento sanitario y la virtualidad en el campo del aprendizaje, a través de la experiencia de los docentes del Taller de Comunicación Squillacioti- Jones de la FAU-UNLP., con reflexiones y propuestas para la continuidad a futuro.
El fenómeno inédito de la pandemia de coronavirus, a las puertas del ciclo lectivo 2020, puso a prueba certezas y nuestra capacidad de organización a modo “ensayo”, en un marco de “normalidad” donde la palabra “normal” resulta extraña.
Cuando nada hacía preverlo, decidimos sostener las clases en situación de emergencia, afrontando el desafío de hacerlo mediante pantallas. Improvisación, espontaneidad, innovación, mucho de creatividad y voluntad de que salga bien, caracterizaron esos momentos. No resultó simple decidir el qué y cómo emprender el viaje en territorios desconocidos, con instrumental noble y ajeno, y sobre todo sin posibilidad de testeos previos -ni testeos acompañantes-.
Debimos armarnos y re-inventarnos juntos a pesar de permanecer aislados. Pusimos el cuerpo, el tiempo, el espacio, nuestros equipos y privacidad, elaborando día a día nuevos instrumentos para sostener el Taller, a la vez que desarrollamos una red de contención entre docentes y estudiantes limitando la deserción previsible en tal circunstancia.
Nos atravesaron vértigo, angustia, desgaste y dolor físico.
Frente a lo colectivo como práctica pedagógica fundante en la universidad masiva, de aprender con el otro, de pensarse con el otro, de construir sentidos compartidos, -en oposición-, la virtualidad nos trajo fragmentación, la pérdida de percepción de lo colectivo y la reducción en los lenguajes de comunicación. Es decir, todo aquello que ocurre en el marco del Taller donde tenemos naturalizadas nuestras prácticas, nos escuchamos, nos vemos desde lejos, compartimos dudas, pedimos ayuda; la sinergia natural que tiene como potencia las prácticas colectivas.
Solo la distancia nos permitirá evaluar este proceso. El compromiso universitario con la docencia lleva implícito una constante revisión de nuestras prácticas y estamos dispuestos a hacer un análisis serio de contenidos y prácticas acorde a los tiempos de nuevos tránsitos de enseñanza-aprendizaje, con el acompañamiento institucional que esto requiere.
En tal coyuntura, en la medida que las actuales condiciones de educación a través de entornos virtuales se mantengan, hemos reflexionado acerca de las necesidades imperiosas que nuestra práctica requiere para poder llevar adelante el ciclo lectivo 2021:
Garantizar la CONECTIVIDAD a estudiantes y docentes
¿Qué significa tener conectividad?
Para lxs estudiantes
- Conectarse por datos o a través de una red wifi.
- Disponer de una computadora propia con cámara y mic, mínimo 10 hs. por día.
- Disponer de un espacio propio (o que la actividad de estudiar no interfiera con otras actividades de la casa), mínimo 10 hs. por día.
Cuando el espacio, el tiempo o el equipo no son exclusivos no se puede cursar o no se puede trabajar para las cursadas.
Para lxs docentes
- Conectarse a través de una red wifi.
- Disponer de una computadora propia con cámara y mic, mínimo en el horario de Taller.
- Disponer de un espacio propio (o que la actividad docente no interfiera con otras actividades de la casa), mínimo en el horario de Taller.
Lxs docentes que están en más de una materia, multiplican esto nº veces.
Diseño y ejecución de PLATAFORMAS aptas para las estrategias pedagógicas de las materias con modalidad de Taller, mediadas e instrumentadas con soporte para tal fin, proporcionadas por la institución.
El diseño de una propuesta didáctica que se ajuste a las necesidades específicas de nuestra carrera, pensada para entornos virtuales.
Proveer medios para videollamadas sin límite de tiempo que garanticen la posibilidad de utilización de soportes indispensables en nuestra carrera, como el despliegue de pantallas y medios gráficos.
CAPACITACIÓN en educación a distancia con estrategias para las materias de Taller.
RELACIÓN DOCENTE/ALUMNO EN LA VIRTUALIDAD: la UNLP recomienda 15 estudiantes por docente para la virtualidad.
Rediseño del CALENDARIO ajustado a la nueva modalidad virtual, teniendo en cuenta las diferencias pedagógicas entre los distintos entornos.
Garantizar a lxs docentes el derecho a la DESCONEXIÓN.
Garantizar a lxs estudiantes que hoy dejaron materias, que el año que viene tendrán INSCRIPCIÓN sin trabas por las condiciones del Plan de estudios.
Prioridad para trabajo en PRESENCIALIDAD de materias con modalidad taller.
La pandemia nos ha afectado a todxs en aspectos laborales, psíquicos, familiares, económicos. Es imprescindible que ejercitemos la empatía y la solidaridad. Necesitamos CUIDAR, sentirnos CUIDADOS y poder priorizar.