LA PANDEMIA Y EL ROL DEL ARQUITECTO DEL ESTADO

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LA PANDEMIA Y EL ROL DEL ARQUITECTO DEL ESTADO

LA PANDEMIA Y EL ROL DEL ARQUITECTO DEL ESTADO

Estamos en casa, calentamos el agua para unos mates (todavía nos estamos acostumbrando a no compartirlo). Los dispositivos móviles empiezan a sonar, a veces en simultáneo lo hacen la compu, la tablet y/o el celular, la conexión se hace inevitable a través de las distintas redes sociales. Primero tendremos una reunión a solas con nuestro jefe por Whatsapp, después, una grupal por Zoom. No manejamos del todo estas herramientas. Arrancamos la mañana con cierta incomodidad.

En este panorama, ya nadie ignora que la pandemia no es solo una crisis sanitaria. El Aislamiento Social, Preventivo y Obligatorio nos está proponiendo un cambio. Por el confinamiento, las distinciones taxativas e infranqueables entre lo público y lo privado quedaron en jaque: todos los días nos esforzamos y, generalmente, fracasamos en mantener dicha separación. Ahora, lo público y lo privado se solapan en un mismo espacio físico, se entrecruzan, pero sin fusionarse formando una pincelada propia y singular en cada hogar. Son los nuevos paradigmas que nos van definiendo nuestro rol en estos tiempos de pandemia. Trabajar para el Estado desde nuestras casas se hace cotidiano, las oficinas comienzan a convivir con nuestra intimidad.

La vivienda se transforma en el lugar de disputa: las tareas productivas y reproductivas tejen los vínculos, donde cada miembro del hogar intenta encontrar su espacio físico que le permita continuar, de alguna manera, con su cotidiano. En este contexto la sobrecarga hacia las tareas domésticas y reproductivas se hace evidente: mantener la limpieza de la casa (en crisis sanitaria implica extremar la higienización); cuidar y entretener a las niñas y niños pequeños, garantizar la continuidad de los procesos educativos haciendo las veces de co-docente acompañando la enseñanza- aprendizaje de manera virtual y cuidar de adultos mayores, incluso de los que no presentaban dependencia en otras situaciones. A esto se le suma la tensión en los casos en que el trabajo en relación de dependencia puede continuarse de manera remota. Las y los asalariados se ven forzados a sostener la producción y la productividad a “como dé lugar”. Compatibilizar ambas dimensiones laborales (las productivas y las reproductivas) se hace cuesta arriba. 

Hoy, nos encontramos en una confluencia interesante en la historia del trabajo. Conservamos prácticas laborales de la era industrial de los últimos doscientos años que conviven con los nuevos patrones de trabajo de la era de la información. Hoy podemos acceder a (casi) toda la documentación de nuestra oficina sin necesidad de estar ahí físicamente, podemos estar al día en los últimos avances en nuestro campo profesional a un click de distancia. Este cambio social en las actitudes hacia el trabajo, combinado con la libertad que da la tecnología, choca abiertamente con las prácticas tradicionales de gestión. Nos empezamos a cuestionar la idea de que el trabajo tiene prioridad sobre todos los demás ámbitos de nuestra vida. Si podemos contestar nuestros correos desde casa o mientras nos desplazamos, ¿por qué debemos estar en la  oficina de 9.00 a 17.00?...

En este contexto, entendiendo las diversas problemáticas generadas por la situación, el Capbauno invitó a los profesionales arquitectos a participar de una encuesta que apuntó a conocer la situación del sector, para poder así generar herramientas que nos permitan mejorar tanto la situación actual como la futura, pensando en la vuelta al desarrollo de la actividad profesional.

Los resultados arrojados en relación al Estado y sus profesionales fueron elocuentes. Como a todos en esta circunstancia, nos ha costado acomodar las nuevas modalidades generando una mayor y desordenada carga horaria laboral. Desiguales condiciones para trabajar desde el hogar, muchas veces escasas o nulas de recursos tecnológicos. Otro dato importante es la oportunidad que encontramos para capacitarnos en distintas áreas y formatos, lo cual habla del valioso recurso humano que cuenta el Estado, muchas veces menospreciado. Existen espacios de trabajo que condensan variados equipos técnicos especializados en diferentes temáticas, arquitectxs que conforman equipos de proyecto provinciales de alta capacidad y experiencia que tienen mucho para aportar a esta “nueva normalidad”.

En esta coyuntura, con todas sus complejidades, entendemos que es un momento propicio para las y los cuadros profesionales de la arquitectura en relación de dependencia. Es necesario que sean revalorados, jerarquizados y  así  puedan ofrecer todo su potencial y su idoneidad al servicio del Estado y de las necesidades de las y los habitantes de la Provincia.

Hoy existen variadas propuestas para dar respuesta a las distintas problemáticas de vivienda, hábitat, urbanismo, educación, salud, etc. que afectan a la región y perfectamente pueden ser abordadas por estos profesionales. Hay, desde hace unos años, una tendencia a resolver la obra pública desde paquetes cerrados, proyectos resueltos por consultoras privadas contratadas para tal fin. Hemos ido, con el paso del tiempo, erosionando la capacidad técnica de nuestros profesionales estatales.

En este contexto, desde el colegio pregonamos la jerarquización y puesta en valor de las arquitectas  y los arquitectos que desarrollan tareas en los diferentes organismos públicos nacionales, provinciales y municipales o en instituciones dentro del Distrito. Estimulamos el desempeño del profesional mediante la capacitación y la actualización permanente y reivindicamos la autoría intelectual de los arquitectxs actuantes en las obras proyectadas o su participación en las distintas instancias de ejecución, generando consciencia de la importancia de la matriculación en el ámbito estatal. Es primordial para el CAPBA generar espacios para el intercambio de información e ideas que nos permitan encontrar nuevos modos de actuación conjunta en cuestiones de interés común para las y los profesionales en relación de dependencia. Es por ello que el camino que se pretende recorrer desde el Colegio es el del fortalecimiento y el reconocimiento. A través de la Comisión de Ejercicio Profesional en Relación de Dependencia se promueven acciones de cooperación, asesoramiento, capacitación, formación, educación y cualquier otro tipo de actividad que redunde en beneficio del sector.

Arq. Pablo HEFFES

Coordinador Comisión de Ejercicio Profesional en Relación de Dependencia CAPBAUNO

Para contactarse con la Comisión, escribir a info@capabauno.org.ar