Este es un breve comentario en relación a la creación del plan nacional de suelo urbano, aportando algunas ideas y considerando que con la Ley se da un importante paso hacia la planificación y producción del espacio urbano, sobre todo a partir de incorporar el concepto de banco de tierra para una política de la vivienda, la ciudad, el territorio y el ambiente.
El Ministerio de Desarrollo Territorial y Hábitat, la Secretaría de Política de Suelo y Urbanismo, entre otras incumbencias le “corresponde entender en las políticas de gestión de suelo, innovando y generando instrumentos urbanísticos y jurídicos que garanticen el crecimiento conveniente de las áreas metropolitanas, de las ciudades pequeñas y medianas y de la protección de los cordones peri-urbanos, en coordinación con provincia y municipios “. (Según disposición 1-2020).
Recientemente, con fecha 18 de junio del 2020 y por medio de la resolución 19-2020, se crea el Plan Nacional de Suelo Urbano y faculta a la Secretaría de Política de Suelo y Urbanismo a dictar las normas complementarias, convenios para cumplir los objetivos dispuestos.
Dentro de los considerandos que se expresan en la resolución, tiene como uno de sus principales objetivos mejorar las condiciones en que se produce la oferta de “lotes con servicios“ (1). La producción de suelo urbanizado y la creación de “bancos de tierra".
Que le corresponde a los municipios, constituir bancos de tierras y dictar las normas que permitan criterios objetivos de valorización del suelo y condiciones de edificabilidad (plusvalía urbana).
Que a través del Plan también se “capacitará” y se brindará “asistencia técnica” (2), a las gestiones locales en políticas de suelo, a partir de que los municipios puedan contar con recursos humanos formados bajo criterios propuestos por el ministerio de desarrollo territorial y Hábitat, garantizando una “rica propuesta curricular y gestión por resultados” (3).
Que para atenuar “la fragmentación" (4), el plan ha establecido la creación de la mesa intersectorial de políticas de suelo, de donde sus debates, propuestas realizados por los participantes conformaran documentos públicos que luego serán puestos en consideración ante la “Máxima autoridad del Ministerio de Desarrollo Territorial y Hábitat" (5) como insumo para la gestión y definición de políticas públicas.
El urbanismo moderno, ante las demandas sociales, promovió la intervención y participación del Estado por medio de sus oficinas públicas de planificación en la producción de la ciudad.
Para sintetizar podríamos resumir dos modelos en la génesis del inicio de esta herramienta de intervención, gestión y producción del espacio urbano:
1. Las políticas llevada a cabo por ejemplo, por el Municipio socialista de Viena, denominada la Viena roja, que consistió en generar los bancos de tierras, mediante la adquisición por parte del estado de suelo urbano dentro del tejido consolidado de la ciudad, incorporando a las clases populares en la estructura urbana existente.
Este mismo criterio en Latinoamérica lo vimos durante el Gobierno de Salvador Allende, con el proyecto para la reconversión urbana del centro de Santiago de Chile. Ampliando o consolidando las infraestructuras existentes. O algunos proyectos del Procrear sobre playas ferroviarias,(Caballito, Liniers o Palermo).
2. Por otro lado, los ensanches urbanos realizados por la República de Weimar, mediante la construcción de las Siedlungen o Colonias de viviendas, en Berlin o Frankfurt, o los planes de Berlage para la ampliación de Ámsterdam, todos proyectos que consistieron, en la creación de bancos de tierras, y proyectando la expansión de estructuras urbanas nuevas, como continuidad de las existentes.
Si bien son pocos los ejemplos en nuestro país, por ejemplo el barrio Los Perales, sobre la Avenida Eva Perón en Mataderos o el Barrio 17 de Octubre o Grafa sobre la Gral. Paz, son excelentes ejemplo de esta modalidad de producir espacio urbano.
En estos ejemplos el banco de tierra como instrumento es parte de una unidad que es el proyecto urbano, planificación, proyecto, forma de densificar, forma de interactuar en las distintas actividades de la sociedad sobre el espacio.
Sin lugar a dudas, en nuestro distrito, no es lo mismo un banco de tierras en la estructura urbana de la ciudad de La Plata, (grandes vacíos, La Plata cargas, Meridiano V, Gambier, Canteras o ex Aeródromo,), que los bancos de tierras posibles de crear en las ciudades intermedias (Chascomús, Brandsen, Montes, Dolores, Belgrano, San Vicente o Monte).
El plan no puede correr el riesgo de transformarse en un plan de creación de loteos,(1) el concepto de Banco de tierras es mucho más rico y complejo e involucra el concepto de ciudad como organismo más complejo y multiprogramatico.
Por otro lado cada municipio (2) deberá, planificar los futuros Bancos de tierras y seguramente el plan preverá más presupuesto para sus oficinas de planificación, para que los arquitectos y urbanistas locales que conocen perfectamente sus ciudad y territorio puedan tener los medios y puedan contratar los recursos físicos y humanos para realizar una planificación sostenida, un ejemplo para estudiar y tomar como referencia son las tareas de planificación y producción de espacio urbano desarrolladas por el Municipio de Trenque Launquen.
Así cada comuna tendrá la posibilidad de proyectar y decidir los sectores, las densidades, las tipologías residenciales, los equipamientos, los sectores de producción industrial y agropecuaria, para la construcción de estas nuevas actividades propuestas.
También es fundamental el contacto y la comunicación del plan con los profesionales que están actuando de manera independiente sobre los sectores involucrados. Sin lugar a dudas la integración del presenta plan, con las oficinas de planeamiento y de obras particulares será unas de los puntos clave para la sostenibilidad en el tiempo del mismo. Este procedimiento va a caracterizar la riqueza de propuestas que el decreto intenta lograr (3).
La conformación de la mesa intersectorial (4) tendría que ser el espacio lógico de retroalimentación, donde la unidad dentro de la diversidad podría actuar como paradigma y evitaría el peligro de la burocratización o reduccionismo, en contraposición a las complejidades que cada sector, cada barrio, cada municipio necesita para producir su espacio.
Nuestra historia ha demostrado, que los planes operados desde arriba hacia abajo (5), fuertemente centralizados, o han quedado en los archivos o han generado espacios de dudosa calidad, pensar un urbanismo, operando dialécticamente entre las partes y el todo.
Probemos esta vez empezar por las partes, por los profesionales de la planificación que están a cargo de cada comuna, que están más cerca de la gente y su espacio.
Es un desafío iniciar una alternativa urbanística ante la inoperancia existente, esta acción deberá ser pensada tanto desde el interior como desde el exterior de las estructuras urbanas existentes, en función de establecer un fino equilibrio entre densidades, modos de vida y salvaguardia del ambiente rural agrícola en distritos como el nuestro.
Desde el CAPBAUNO, podemos aportar todos los conocimientos y opiniones de los matriculados para lograr las articulaciones entre los distintos actores intervinientes en la complejidad del tema, municipios, provincia, Estado Nacional y profesionales intervinientes en los proyectos y la realización futura de los mismos.
Arq. Horacio MORANO
Coordinador Instituto de Estudios Urbanos CAPBAUNO